MADRE

Rompiendo la cotidianidad

Veinticuatros minutos no son suficientes para descubrir por completo a Madre, abrazar su fuerza y su
poder, y lograr reconocer, de manera clara, lo que afirma con cada una de las palabras que componen
sus líricas. Cotidiana, constante, fuerte. Sentimientos encontrados en su música, sinérgicos; energía y
felicidad; Poder. Ritmo puro.

Al escuchar a Madre se percibe una sensación de algo que ha encontrado su sonido, que se encuentra
en su elemento; completo, llenándonos de una plenitud construida con todos los componentes a
nuestro alcance. Rápido resuenan alrededor, marcan los tiempos de su música velozmente y con
agresividad y frenesí ingresa cada sonido a los oídos, llenándolos de música y esplendor. La cabeza se
agita. Nuevamente Madre golpea con fuerza con su sonido, estremece el lugar recorriendo el entorno y
se introduce a través de tu espina dorsal, invadiendo tu cuerpo por completo.
Una banda que ha hallado su estilo y forjado su sonido, fuerte y claro, y que, con el sonar de sus notas,
se apodera de cada fibra muscular de tu cuerpo, te atrapa en su red e inunda tu interior de energía. Al
estar ante Madre nos encontramos con una composición clara, que entremezcla una rápida y potente
batería con un habilidoso bajo que marca el ritmo y regala notas que le dan un contexto al conjunto, una
unión. La guitarra da toques de virtud en cada sonido, en cada riff que detona el exterior y explota en
cada momento en el que suenan a través de los amplificadores; finalmente, las letras de Madre son
comunicadas desde una voz clara, armónica, que fluye con la música; en ocasiones rápida y en otras
lenta, casi como recitando lo que quieren transmitir, sin perder la esencia del mensaje en ningún
momento; y sin nunca dejar de lado, ni olvidar su frenético ritmo, lleno de vida, velocidad y poder.
Incitando al bailar y al movimiento sin control con cada nota y durante todo momento en el que se
encuentran tocando su música frente a ti.
En la música de Madre se extrae un retrato del andar diario, de la caminata constante que es la vida.
Repleta de mensajes a lo largo de su música y el avanzar de sus letras, en sus versos y canciones,
camuflados en el rock y llevados al son de un fluido blues; mensajes imperceptibles en ocasiones y a
simple y primera vista, pero que se tornan más claros al momento de prestarles un poco más de
atención. Un reflejo del pensar humano, de las contradicciones y cuestionamientos, de los sentimientos
y emociones. De todo eso que pasa a través de la mente de una persona mientras se encuentra vivo;
emociones, sensaciones, pensamientos y acciones, traducidas de manera ejemplar en canciones, en
ritmos y melodías; en versos que comunican, dibujan y transmiten hábilmente una representación de lo
que somos.
A continuación, les dejo su álbum titulado 24 minutos de Madre, lanzado el año 2018 y que, en su
música, nos llena de energía y fuerza; fiel reflejo de Madre, su propuesta y su puesta en escena.

Los invito a acompañar esta reseña junto a su música. ¡Que lo disfruten!

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@madreinstantanea

https://madredebsas.bandcamp.com/releases