Secretos del alma y la existencia
Somos más que solo un cuerpo caminante, somos más que lo que vivimos día a día, somos más que la
rutina y lo establecido. Somos infinitos, somos energía en constante movimiento, somos delirios de
lucidez y amor; somos energía universal, pura e interminable. Somos el cambio y el camino, en nosotros
reside el designio máximo de continuidad y discernimiento; de nosotros depende lograr la tan anhelada
transformación, el tan esperado viraje energético del mundo y el universo. En nuestro interior descansa
la sabiduría universal, todos los registros y vestigios de la vida ya experimentada con anterioridad, y los
pasos delimitados para las próximas eras. Somos mensajeros y receptores; profetas de una nueva era y
un nuevo destino. Emisarios del sol y las estrellas, puestos aquí con el propósito de evolucionar y
entregar una nueva forma de ver el mundo y percibir la realidad. La luz está en ti, la energía fluye en tu
interior y circula por cada espacio de tu ser, eres más de lo que crees, eres la proyección cósmica del
universo y todo lo que en él reside. Nuestra materia física es tan solo temporal, un cuerpo cambiante
que se modifica con el paso del tiempo hasta desaparecer de la faz de la tierra. El recipiente idóneo para
nuestro espíritu; el vehículo a través del cual avanzamos y aprendemos del plano en el que residimos,
interactuando con la realidad manifestada desde nuestro interior y nuestra mente, construida con base
en nuestras experiencias y el camino forjado al avanzar. El cuerpo es momentáneo, tu ser, eterno.
En este proceso, la mente actúa como un catalizador interno; es la herramienta que poseemos para
materializar nuestros deseos y lograr nuestros objetivos. El desarrollo personal se forja desde el sincero
sentir y querer, se construye desde el accionar y el enfoque claro y decidido en cada labor que
realizamos. El punto de inflexión está en uno mismo y el traspaso de las barreras de la mente, impuestas
por nuestra percepción sesgada de la existencia, se logra desde el autoconocimiento y el atrevimiento
de explorar nuestro interior, introspección; observando con nuestros sentidos y escuchando nuestro
instinto, sin miedo ni cuestionamientos. No podemos aspirar a la evolución si nuestro actuar está en el
pasado; no es posible avanzar si las cadenas que arrastramos nos mantienen aprisionados en un bucle
de indecisión y sufrimiento, de ansiedad y agotamiento energético. Dificultando cada paso con una serie
de pensamientos que inundan y nublan tu discernimiento, e imposibilitan alcanzar claridad en el avanzar
diario y en el desenvolvimiento general ante la vida que experimentas.
No podemos darnos el lujo de oprimir a nuestra conciencia, de llevarnos a maltraer por un camino de
dudas y banalidades. Vinimos aquí con la misión de aprender y compartir, de amar y avanzar, con el
horizonte como destino final de una vida en constante movimiento, capaz de modificar todo lo
establecido en un instante y cambiar todo lo que reconocemos como real en un segundo. El cuerpo
trabaja al ritmo que la mente establezca para él; nuestro instinto, y la capacidad de identificarlo, se
entrena desde nuestra consciencia, y el nexo para llegar hasta el somos nosotros mismos, desde la
trascendencia de nuestra mirada y la reactivación de la conexión interior intrínseca que reside en todos
nosotros.
En tu percepción está el secreto, tú permites que algo afecte o no tu sentir; que una nueva experiencia
se transforme en aprendizaje y madurez, que cada momento vivido se atesore en el inconsciente y sirva
de guía en los momentos en los que no sepas como actuar o como comportarte frente al carácter
incierto de la vida; incorporando cada vivencia a tu memoria, proyectándola desde tu retina hacia el
exterior, a la realidad que concibes desde tu conciencia superior y que delimita todo lo que sucede
contigo y tu entorno.
Eres vida, eres naturaleza, eres luz y eres sombra; eres todo lo que te rodea; eres un ser pleno,
completo, más allá de lo instantáneo y efímero; eres todo. Eres producto del cambio y del movimiento
universal; miles de eras condensadas en energía, proyectadas en tu interior y materializadas desde tu
conciencia y tu mente. Engranando los componentes necesarios y suficientes para generar vida y
otorgarte la capacidad de experimentar los lugares recónditos de tu mente y tu conocimiento superior;
obteniendo así los componentes primordiales en tu viaje; en tu ruta hacia el próximo paso, como un
acompañante del tiempo infinito, un ente al servicio de la existencia y la energía que rodea y une el
universo. Eterno ser de realidades inmensurables y tiempos olvidados. En ti está la sabiduría de las
próximas eras, eres responsable de tu realidad y tu entorno. Eres el compositor en esta gran proyección
de energía, y cada una de las acciones que realizas, repercute en el orden mundial de todo. Eres cambio,
jamás lo dudes; eres vida, eres amor, eres sabiduría y plenitud. Confía en tus instintos y avanza sin
dudar, el camino se forja a cada instante y solo de ti depende forjarlo sobre bases fuertes y claras,
capaces de delimitar las acciones para los futuros próximos, que sirvan de guía para las próximas
versiones de ti, en este plano o en cualquier otro. Todos somos uno, y cada uno, es el todo.